Por cenizas te dará esplendor

"Por cenizas te dará esplendor, gozo por llanto, paz por temor..."

Mientras por la ventana de mi cabaña miro hacia afuera, por más que está ahí, no puedo ver el cielo azul de mi querido Esquel.

Si voy al piso de arriba no es posible observar la majestuosa Cordillera de Los Andes (o precordillera). Sé que está cubierta de nieve y que poco a poco las lengas van perdiendo las hojas que se habían puesto de color rojo casi morado.

Ni están visibles el Nahuel Pan ni el Oxidado, todo está cubierto por cenizas volcánicas. Desde ayer a la tarde una nube comenzó a cubrir nuestra ciudad. Hoy las cenizas muy finas caen y cubren absolutamente todo, no es como antes, es más peligroso que los otros días, por el tamaño de las partículas que penetran más aún en las vías respiratorias y ojos, que cubren las hojas de los vegetales impidiendo o dificultando -no lo sé bien- la fotosíntesis.

El sol se puede mirar sin problemas, se ve como un disco perfecto, de color blanco, en el cielo, filtrados sus rayos por la nube originada en el Chaitén. La ciudad del mismo nombre, en Chile fue arrasada por agua, lodo, cenizas.

Recuerdo esa canción que cantan Cristal Lewis y Ron Kenoly, que comienza diciendo que el Señor "por cenizas te dará esplendor, gozo por llanto, paz por temor."

La Palabra de Dios dice que nosotros atravesando el valle de lágrimas lo convertimos en fuente, en un manantial (Salmo 84:6) si es que permanecemos en su Presencia, si nuestra confianza se arraiga en El, aún a pesar de las pruebas por las que pasemos.

Para algunos son estas pruebas y dificultades verdaderos valles de lágrimas.
Pero no importa la situación en la que estés viviendo ahora. No importa si no ves el cielo azul, si pareciera que nadie te escucha, que las puertas están cerradas, los peligros acechan, el futuro amenaza, la enfermedad te carcome y las finanzas son saco roto comido por polillas.

Dios te tiende su mano generosa con la palma abierta, su corazón late por vos. Ahora es el momento de cambiar la situación, ahora es el tiempo que ya nada será igual.

Esquel nunca más será la misma que era hasta el 1 de mayo de 2008. Dios está tocando los corazones y trastornando las obras de las tinieblas. Tu vida, querido hermano o amigo lector que nos visitas hoy, puede ser cambiada ahora... si ese es tu deseo...

Cenizas, nos hablan de algo que se quema, donde hay fuego, se da un proceso de cambio, un producto nuevo. A pesar de ello vemos todo gris, sinónimo de tristeza, de carencia de vida. ¿Dónde está el azul de nuestro cielo patagónico? ¿Dónde las estrellas que alumbran en la noche? ¿Dónde se esconde el verde de tus praderas y la vida que transcurre por raíces y florece en las montañas?

Ya brillará el sol. El sol de justicia, el alfa y la omega, el principio y el fin, el todo, el que sostiene todas las cosas con su Palabra y nos da vida con su aliento. En lugar de cenizas, brillará la luz.

El cambia tristeza, llanto por gozo. El temor a las cosas que pasan, originado en la incertidumbre de los tiempos que corren, El te lo cambia por su paz, paz "que sobrepasa todo entendimiento".

¿Quién es El? No es Mao ni Mahoma; ni Osama, ni Obama. No es Buda ni el Dalai. No es Ratzinger, ni Benedicto, se llama JESUCRISTO!

Si tu situación no da para más, si te ves identificado en este panorama, te invito a entregar tu vida totalmente a Cristo y se cumplirá esta promesa de Dios: "...si alguno está en Cristo, es una nueva creación, ¡lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo!." (2da. Corintios 5:17).

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Gracias estaba buscando una guia tengo que hablar sobre este tema el marte. bendiciones

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