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Mostrando entradas de enero, 2010

Una carrera de amor

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Esquel recibió a los atletas de "Una carrera de amor", maratón que todavía no ha finalizado. Lo será luego de recorrer más de 2.200 km por nuestra provincia para promover el cuidado de la salud y del medio ambiente. Fue muy emocionante verlos llegar en la Portada apenas había pasado el Trochita dejando su estela de humo en la mañana. Desde allí, se sumaban atletas del Ejército Argentino, de la Agrupación Aukache, de diversas iglesias de Esquel, mientras la sirena de los Bomberos Voluntarios llamaba la atención a los automovilistas que circulaban por la ruta. FM del Rey fue el único medio que transmitió en directo con un móvil en la maratón, las vivencias de esta carrera. En el pelotón podíamos ver corriendo al pastor Leopoldo Arroyo, de Río Mayo. En esta 5ta edición corrieron más de 40 atletas desde Río Mayo con la modalidad postas, cada corredor corre como mínimo 6.500 metros y es relevado desde el móvil en la ruta por otro y así sucesivamente hasta que participan todos los

Palabra profetica 2010

Esta Palabra fue publicada por el pastor Juan José Churruarín entre fines del año 2009 y principios de enero de este año. El tiempo que está y que viene, es un tiempo de tinieblas y oscuridad para mucha gente. Se ven en el horizonte profético fenómenos naturales de enormes dimensiones. Esto afectará a mucha gente en todo el planeta. Las consecuencias de las grandes catástrofes climáticas son tan graves que no es posible describirlas. El sufrimiento humano es y será mucho. Los impactos del cambio climático. Dios le dio al ser humano la autoridad de sojuzgar y señorear sobre todo lo creado. Génesis 1. 18; Salmo 8. Esa autoridad delegada era para representar a Dios y llevar la maravillosa creación dentro de los propósitos de Dios. La tierra y su plenitud y todo lo que en ella habita le pertenece al Señor. El hombre se adueñó de la tierra, la contaminó, la esquilmó y avanza en una locura destructiva que llevará a su propia destrucción. El nivel de los mares se ha elevado al mismo tiem

Tiempo de pelear por los sueños

Nehemías 1. Cuando Nehemías vio lo que estaba mal, no se quedó con eso, sino que ayunó y oró.Buscó la directiva de Dios. Nehemías 2: 4 y 18. Dios fue marcando lo que tenía planeado y fue dándole muestras de su apoyo Nehemías 3:12 Dios usa a cada uno de nosotros en la labor de restauración, de lo que se ha roto o destruido, en la formación de nuevos sueños o en el cumplimiento de nuevas metas. Este año debemos pelear por nuestras familias, no con nuestras familias, sino por ellas. Son nuestro Jerusalén: Hechos 1:8 Aunque la causa sea buena, no todos van a apoyarte, aún en tu propia familia podrás encontrar oposición (Neh 3.5). El enemigo de nuestras familias, de nuestras vidas, de nuestros sueños, va a tratar todo el tiempo de molestarte, aún usando gente de tu alrededor, que no entiende los planes de Dios y se creen sabios o con la mejor de las intenciones querrán aconsejarte. (Neh 4:12) Versículos: 10 - 23 Por medio de la propaganda y la intimidación, los enemigos tratan de desanimar

Recordar la grandeza de Dios es nuestras vidas

(Esta Palabra fue predicada el 30 de diciembre de 2009 en Congregación Cristiana de Esquel). Antiguamente el pueblo de Dios ofrecía diferentes ofrendas. Es de lo más íntimo de nuestro ser que ofrecemos gratitud: ofrenda agradable al Señor. El ofrecerlo voluntariamente para agradar a Dios, sin otro motivo que movidos por el amor. La obediencia y amor de Abraham produjeron la respuesta del Señor: "Siempre que sacrifiques para mí, yo te pondré un carnero en el zarzal." ¡Qué no producirá una grata ofrenda nuestra en el corazón del Señor!¡Nunca estaremos desprovistos! El Señor nos conoce y nos ama y quiere enseñarnos como su pueblo. Veamos Deuteronomio capítulo 8: Vs. 1: El Señor nos enseña a ser obedientes, a estar atentos. Vs. 2: El desea que recordemos nuestro camino pero con una mirada puesta en su obrar... Vs. 3: Este versículo lo citó Jesús. También debemos recordar la provisión de la Palabra de nuestro Dios en momentos de aflicción: "Tú eres mi pan..." Vs. 4: Por