El sol de justicia

Hoy ha amanecido en Esquel con un sol radiante y podemos ver un día en todo su esplendor. Bien dice la Biblia que Dios demuestra por medio de la creación su existencia, su amor y su poder. "Por medio de lo que Dios ha creado, todos podemos conocerlo, y también podemos ver su poder." (Romanos 1:20, BLA).


Qué bueno tener un Dios así. Que cada día, amorosamente nos dice. "Hijo, aquí estoy... esperándote...dispuesto a recibirte..." Y en la hermosura de su creación nos demuestra su eterno amor. "Con amor eterno te he amado...;" (Jeremías 31:3 RV) declara El mismo en el libro del profeta Jeremías.

Pero qué bueno y más grandioso aún el que Dios haya resuelto manifestarse no solamente a través de lo que El ha creado, sino a través de su Hijo. Sin dejar de mencionar que lo hizo a través de los profetas como Moisés, Daniel, Joel, Isaías, y muchos más. "Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo...;" (Hebreos 1:1-2 RV).




Y desde el principio de los tiempos, Dios sigue buscando personas para mantener con ellas una relación personal. Al manifestarse a través de su Hijo, El mismo ha descendido para tender un puente a la Humanidad entera. Las religiones, los hombres y sus sistemas construyen muros que separan a las personas y a los pueblos, pero Jesucristo tiende un puente para acercar, para unir.

Y ese es el hecho más relevante de la Historia. Dios revelado a través de Jesucristo. Más que una revelación teológica, nada que ver con "religión", ¿qué podría hacer el hombre para acercarse a Dios?
Y ahí está la cruz, que vacía aún habla. Ese madero horizontal, dos brazos abiertos que se ofrecen para recibir y para dar. Para recibir al pecador, para darle perdón, una vida nueva, la vida eterna, pagar todas sus deudas, traerle consolación, salvación y paz.
Qué mejor oportunidad hoy, para acercarnos a El, a Dios, y con un corazón agradecido decirle sí, a su ofrecimiento de perdón y salvación. Recuerda que no hay situación difícil para Dios, que no hay nada que su amor no pueda vencer. Ni el mismo infierno, ni el diablo, ni la muerte, la enfermedad o los vicios te podrían impedir un acercamiento, un encuentro con Cristo.
Hoy es el día. Hoy. Si oyes hoy su voz no dejes que tu corazón se endurezca. Decile sí al autor de la vida, al autor de eterna salvación y verás cómo tu vida cambia y todo a tu alrededor estará mejor.

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