El sembrador alcanza al arador

En el Evangelio de Amós (9:13), la profecía anuncia la buena noticia de una gran restauración para el pueblo de Dios; de tal manera que no termina un cliclo de la vida cuando ya comienza otro: "el sembrador alcanzará al que ara".

En Lucas 8:25,38-39 especialmente, tenemos al hombre de Gadara, liberado, restaurado, en su sano juicio, sentado a los pies de Jesús, y cuando aquél pide sumarse al discipulado del Maestro, éste le encomienda ir a los suyos y contarles cuán grandes cosas había hecho Dios por él. La Biblia da testimonio que este hombre obedeció a Jesús y fue a dar testimonio de las grandes cosas que Dios había hecho con él y en él.

En Lucas 7.22 Jesús, luego de realizar una serie de milagros tremendos, declara a los discípulos de Juan que vayan y cuenten que los sordos oyen, los ciegos ven, los cojos andan, es decir, les encarga que vayan y testifiquen lo que vieron. Así como los discìpulos, en ocasión de ser tomados por las autoridades luego de la crucifixión, muerte y resurrección de Jesucristo, dijeron: "No podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído". (Hechos 4:20).

En Lucas 9:1-12 Jesús comisiona a los 12 a predicar el Evangelio y sanar enfermos, y les da diversas instrucciones. Sabemos que los discípulos hicieron lo que el Maestro les indicó y volvieron con gozo luego de esta hermosa y riquísima experiencia.

Es que cuando no callamos lo que Dios ha hecho en nuestras vidas, y testificamos y compartimos las buenas noticias con los demás, cuando no alcanzan a cosechar en nuestra vida, quizás, quien ha sembrado, nosotros ya estamos sembrando en otros.

Así ocurrió con el gadareno. El estaba agradecido, impactado, había nacido de nuevo, entonces quería servir a Dios, deseaba compartir con otros lo que Dios era capaz de hacer y por eso, Jesús lo comisionó.

Algunos cristianos no sólo que no llevan a cabo la Gran Comisión (Mateo 28) sino que ni siquiera hacen la comisión del gadareno, el que estaba endemoniado, poseído por una Legión de demonios: contar a los suyos lo que Dios ha hecho en sus vidas!!!

Pero Dios es fiel, y El no dejará caer sus planes para la Humanidad por un par de cristianos tibios o calientabancos. Siempre tienen un remanente fiel. La profecía de Amós tiene cumplimiento en aquellos que agradecidos por haber recibido una gran salvación, no se quedan en eso sino que van y lo comparten con otros, van y siembran, cosechan y siembran, cosechan y siembran, cosechan y siembran.

"Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla, mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas." Salmo 126.6

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