"No te sobrevendrá mal ni plaga tocará tu morada"


La gente experimenta gran incertidumbre y angustia. Hay quienes suben a un avión de los más modernos que surcan el cielo pero no saben si van a llegar a destino. Los que tienen empleo tienen miedo de perderlo, el que no posee empleo tiene miedo de no conseguir nunca más uno, y un estornudo basta para ir corriendo al médico...

Estas son algunas de las causas de la aflicción y la desesperación de la gente. Los que tenemos a Cristo no estamos exentos de problemas y dificultades, sin embargo, no desesperamos porque es en la Palabra de Dios donde encontramos descanso para nuestras vidas.

El salmo 91 es una poderosa declaración que contiene promesas de Dios para nosotros hoy. El shadday es el Todopoderoso, Dios autosuficiente y eternamente capaz de ser todo lo que necesitamos.

Cristo es nuestra esperanza viva, nuestro refugio, lugar de protección, guarida, nuestra habitación donde podemos buscar un retiro espiritual y seguridad en la intimidad con El.

Cuando hacemos de Dios nuestro refugio y habitación, al confiar en El, llevarle nuestras preocupaciones temores y necesidades; cuando buscamos su orientación; cuando invertimos tiempo para estar con El, renovarnos en su Presencia amándole y caminando con El, entramos en un refugio lleno de promesas de salud.

La salud que comprende todo nuestro ser: espíritu, mente y cuerpo.

No necesitamos esperar a estar enfermos para aferrarnos a las promesas contenidas en el salmo 91. Allí Dios nos dice que caerán mil a nuestra izquierda y diez mil a nuestra derecha, "mas a ti no llegará". Lamentablemente gente está muriendo y cayendo a nuestro lado por diversas causas entre las cuales está tan vigente el virus de la influenza o Gripe A donde nuestro país va a la delantera con el número de muertos, y es afectada de manera muy significativa y dramática la vida de millones de personas.

Recuerda cuando el pueblo de Israel era esclavizado en Egipto y Dios dijo que los sacaría de allí, El tuvo que mandar 10 plagas sobre Egipto para que finalmente dejen salir a Israel. Ninguna de estas plagas tocó a hijo de Dios alguno ni por casualidad y la más significativa fue la muerte de los primogénitos cuando hubo que sacrificar el cordero pascual y pintar los dinteles de las puertas con la sangre del cordero.

Bendita sangre del Cordero de Dios derramada en la cruz. Aquella noche el ángel exterminador pasó de largo por las moradas de los israelitas y hoy cuando la noche avanza y la muerte ronda por las calles y caen mil a nuestra izquierda y diez mil a nuestra derecha, la bendita y poderosa Palabra de Dios nos dice:

"No te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada."
(Salmo 91:10).

Nos tomamos de estas promesas de Dios y confiamos plenamente en El. No tenemos miedo. Dios es Todopoderoso. El está al control del Universo.

Vivamos en un estado de arrepentimiento y búsqueda de Dios. Que el respeto y honor a Dios también sea una característica de los hijos de Dios.

Pase lo que pase, seguimos conrfiados en El, seguros en El y nada ni nadie nos apartará de su amor.

EB

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