Un mandamiento nuevo

Juan 13:34 “Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros.”

Jesús y sus discípulos estaban compartiendo la cena en el aposento alto, donde Él les lavó los pies y les dijo que uno de ellos le entregaría. Jesús está a punto de marchar a la cruz, las hordas formadas por los escribas, los sacerdotes, los fariseos, el sanedrín y los soldados, armados con palos, espadas y linternas pronto irán a buscarlo y Judas lo identificará dándole un beso hipócrita y falso en la mejilla.

Pronto bajarán del aposento alto y saldrán rumbo al huerto de los olivos donde sucederá todo esto, y luego Jesús será colgado en la cruz.

Poco tiempo le queda a Jesús para compartir con los que ama, aunque luego de la cruz y la resurrección Él aparecerá a los discípulos y a más de 500 hermanos a la vez, durante 40 días antes de ascender al cielo, (Hechos 1.3,1a Corintios 15.6) son los últimos cruciales momentos antes de ser llevado al sacrificio de la cruz y lo que el Maestro va a transmitir a sus discípulos tiene que ser un mensaje importante, no hay tiempo que perder.

Es entonces cuando Judas salió a consumar su traición y era la hora de las tinieblas, que Jesús dijo que iba a ser glorificado con una gloria mayor, la de su entrega en la cruz, una entrega por amor.

Jesús habla de un mandamiento nuevo: que sus discípulos se amen unos a otros, así como El los ha amado, que también se amen entre ellos, porque es de esta manera en que el mundo conocerá que somos discípulos de Cristo, si tenemos verdadero amor los unos con los otros.

El amor de Jesús hacia los discípulos fue amor ágape, un amor verdadero y real, porque en la convivencia con este grupo de discípulos, algunos toscos pescadores, otros cuyo carácter era digno de ser apodado "hijos del trueno", algún incrédulo, otro impulsivo, salieron a la luz sus flaquezas y debilidades y Jesús nada podía recibir de ellos sino solo amarlos.

Suele decir el mundo y lo repiten los loros: "el amor es ciego" pero este amor fraterno y cristiano es un amor con los ojos bien abiertos con los que uno puede ver al otro tal cual es y no andar detrás de vanas ilusiones o imaginaciones e idealizaciones de la mente que ubican a la otra persona en algo que no es y posiblemente no será.

Por como es la naturaleza humana, entre las personas, el amor siempre tiene algún interés: me hace feliz amar a mi cónyugue, me hace feliz amar a mis hijos, amo mi empleo, etcétera. Pero el amor de Jesús a sus discìpulos fue de una entrega desinteresada y total. Jesús amó de tal manera a sus discípulos, se entregó tan apasionadamente y desinteresadamente a ese amor, que de verdad murió por amor.

Este mandamiento es nuevo porque Jesús ofreció una nueva norma y un nuevo motivo; ámense unos a otros, ámen a sus hijos, hijos amen a sus padres, esposos amen a sus esposas, esposas amen a sus esposos, amen a sus enemigos, amen a sus suegros, suegros amen a sus nueras y a sus yernos, ámense unos a otros con este amor que solamente se encuentra en el Reino de Dios y fluye del corazón mismo de Dios.

Este es un mandamiento de Dios, que el amor, la estima, la aceptación, la ayuda, la comprensión, el ánimo, la consideración, el respeto, el perdón, sea la característica de la relación entre los hermanos en la Iglesia, como Jesús amó a sus discípulos así debemos amarnos unos a otros.

Este amor no es el de un corazón bien intencionado sino del corazón de una persona que ha nacido de nuevo, que no necesita fingir, porque ama de verdad, entrañablemente, de corazón puro, (1a. Pedro 1.22).

1a. Juan 4:7 Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios.

1a Juan 4:8 El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.

1a Juan 4:9 En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él.

1a Juan 4:10 En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.

1a Juan 4:11 Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros.

Este amor verdadero se manifiesta desde un corazón que sabe perdonar a los demás, que sabe perdonarse a sí mismo, y recibir el perdón de Dios y de los demás cada vez que ofende.

Si falta perdón en tu vida es porque falta amor, si falta amor está faltando comunión con el Amor, que es Dios, porque Dios es amor. Qué sanador es el perdón, el beso, el abrazo, palabras de aliento y ánimo, un amor demostrado en hechos concretos, no es un sentimiento, no se trata de sentir o no sentir, se trata de obedecer el mandamiento dado por Dios y en el camino El no nos dejará solos.

La preeminencia del amor (1a. Corintios 13)


Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes,(A) y no tengo amor, nada soy.
Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.
El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad.
Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará.
Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos; mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará. Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño.
Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido.
Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.


EB

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