El modelo de Jesús

El Evangelio de Lucas narra que una noche Jesús estuvo de vigilia, orando la noche entera, y después, llegado el día escogió de entre sus discípulos a doce de ellos a los que llamó apóstoles. (Lucas 6:12-16).

Jesús tuvo muchos seguidores, pero con éstos cultivó una relación más cercana, especial, y sabemos también que de entre los doce tuvo más cercanía aún con Juan, Pedro y Andrés. La Biblia dice que los eligió "para que estuvieran con El, y para enviarlos a predicar," (Marcos 3:14)

Así nos traza Jesús un plan para la predicación del Evangelio, para la extensión del Reino de Dios, para el crecimiento de su Amada Iglesia, para el desarrollo del liderazgo y la consolidación de los frutos (vidas), para que "ninguno se pierda".

Hoy en día las iglesias que aún cuando predican y animan a sus fieles a predicar el Evangelio no tienen ningún plan a corto, mediano y largo plazo, ni ninguna estrategia, no crecen ni consolidan el fruto. Muchos entran quizás por la puerta de adelante, pero así también muchos salen por la puerta trasera de la Iglesia.

Aquellos líderes que se trazan metas y que están empapados de esta Visión que nos dejó Jesucristo son los que van a ir adelante, los que tendrán Iglesias en crecimiento y constante expansión para alcanzar a las naciones.

En Hechos capítulo 2 dice que los primeros cristianos se reunían por las casas. No se nos dice cuàntas personas integraban esos grupos caseros, pero había una comunión hermosa, vivían en constante Avivamiento. Compartían la comida del día, y también compartían el pan y el vino recordando a Jesús, tal como El dijo que se hiciera.

También se reunían "en el templo". Por eso hoy propiciamos, alentamos y llevamos adelante una estrategia que está basada en el modelo de Jesús, células con 12 integrantes lideradas de acuerdo a un plan de consolidación de los nuevos convertidos y afirmación de los frutos. Estas personas a su vez abrazarán la Visión y no quedarán callados.

En cumplimiento de la Gran Comisión (Mateo 28), anunciarán el Reino de Dios, darán a luz nuevos hijos espirituales, no sin llanto, no sin oración, ayuno, vigilia, clamor. Una vez dados a luz tendrán a su vez, ellos, que discipular mientras son discipulados en la célula original.

La multiplicación y el Avivamiento están a las puertas. O mejor dicho, estamos a las puertas de un Gran Avivamiento que se dará en el marco de una gran multiplicación. Dios no nos ha llamado a cositas chicas o pequeñitas. Sin dudas, los comienzos son chicos o pequeños pero luego el crecimiento, el extender las estacas de nuestras tiendas, nos llevará a cosas mayores en Dios y con Dios.

Esta multiplicación permite a los líderes, a los pastores, soñar en grande. Teniendo un Dios Grande, multiplicador, que envió a su Hijo Único, Jesucristo, a morir en la cruz para que nadie se pierda, que todos sean salvos, pensar en chiquito es ser egoísta, volverse religioso, aún disfrazando esto de humildad aparente y quedando en un estado donde no hay compromiso mayor y es más cómodo aún porque habrá que trabajar menos y conformarse con una iglesita que no crece, donde la gente se aburre y no pasa nada.

Pero Gloria a Dios que aquellos que no se quedan quietos y proclaman las buenas noticias, tendrán de qué hablar todos los días. Podrán gozarse viendo crecer a sus hijos espirituales, siendo testigos de las maravillas que hará el Espíritu Santo. A la hora del almuerzo apagarán la tele, plagada de inmundicias y cosas que no edifican, para hablar de los testimonios en las vidas de las personas que son agregadas al Pueblo de Dios.

Para compartir experiencias con Dios. Para orar. Para suspender unos bocados y alabar a Dios. Nadie podrá decir "estoy aburrido". Vida abundante para los que teniendo, no guardan sino que dan y dan y siguen recibiendo.

EB

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
jesus no ordeno que tuvieramos objetivos ni iglesias repletas de gente si en el exterior hay un mundo que se muere y agoniza. nuestro Señor Jesucristo dijo id hasta los confines de la tierra predicad el evangelio,haced dicipulos, sanad enfermos, echad fuera demonios,y bautizadlos en el nombre del padre, del hijo y del espiritu santo. y hablad las cosas que habeis oido, y las cosas que habeis visto. ese es la orden de Dios Hijo. dejaros de patrañas y mentiras tergiversando la palabra de Dios. nadie a muerto por nosotros sino el Hijo de Dios Jesucristo. dejando un nuevo testamento, conforme a su muerte. amen

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