La fuerza más poderosa del universo entero

Así como Dios le manifestó a Josué su deseo de prosperarlo y que todo le vaya bien,(Josué 1:1-9); El quiere y dispone las cosas para que seamos prosperados y nos vaya bien. La parte "que le toca" a Dios y que El se compromete a cumplir es prosperarnos y que todo nos vaya bien, que tengamos éxito en todo lo que emprendamos.

La parte que nos toca a nosotros es esforzarnos y ser valientes, para lo cual debemos guardar su Palabra, es decir, creer en sus promesas, creer su Palabra y ponerla en acción, como lo hizo Josué.

Dios desea prosperarnos en todo. Todo incluye todo: Familia, descendencia, matrimonio, negocios, empleo, estudio, salud. Pero no hay resultados sin compromiso nuestro, un compromiso responsable para con Dios. No debemos esperar que las respuestas de Dios se ajusten a nuestro itinerario o a nuestros tiempos, postergando decisiones, dejando para más adelante lo que debemos decidir y hacer hoy.

La respuesta de Dios llega cuando ponemos su palabra en acción. Muchos desean resultados tipo "café instantáneo"; toman el vaso lo ponen debajo de la canilla, abren y listo. Pero los resultados no deben esperarse si no hacemos lo que Dios dice que hagamos. ¡Hay que poner la Palabra en acción!

Además Dios promete: "No te dejaré ni te desampararé". Dios es Fiel, su Palabra es verdadera y El no deja de cumplir todo lo que promete. Yo debo esforzarme, disciplinarme, someter mi voluntad y pensamientos a la voluntad de Dios, a la mente de Cristo, ser valiente; obstinado, caradura, arrojado, firme, seguro, decidido.

Los israelitas tenían que cruzar el Jordán y tomar posesión de la tierra.
Algunos podrían decir: "El desafío es grande, me canso de sólo verlo".Y es allí donde aparece otra promesa de Dios: "Todo lo que pises con la planta de tu pie será tuyo". Pero ante los tremendos desafíos que nos plantea el peregrinar en esta tierra, si nos sentimos cansados o a punto de desfallecer acudimos a otra promesa de Dios:

Se encuentra en Isaías capítulo 40 desde el versículo 29 al 31: "El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tienen ningunas....pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán."

La fe se apoya en las promesas de Dios, debemos permitir que el Espíritu Santo cultive este tipo de fe en nuestras vidas. El Señor es nuestro refugio, podemos vencer los temores de todo tipo en este tiempo de crisis. La fortaleza espiritual viene de esperar en el Señor. Dios es nuestro protector.

La Palabra de Dios es la fuerza más poderosa del universo. ¡Cree y actúa en consecuencia!
Que Dios te bendiga.

EB

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