Caminar sobre los imposibles

Evangelio de Mateo capítulo 14, versículos 22 al 31.

En este capítulo, se narra la muerte de Juan el Bautista, se produce el milagro de la alimentación de los "5.000", (se calcula que fueron el doble), milagros, maravillas y señales.

Mucha actividad para Jesús. Sin embargo, (v.23), "subió al monte a orar". Es fundamental el tiempo de comunión con el Señor, que de tanto que se predica sobre esto, tanto que se habla, pareciera que más de eso no pasa; para algunos cristianos lo verbalizado no se lleva a la acción.

La barca estaba en medio "del mar", (v.24) azotada por las olas, el viento les era contrario, era de noche y para colmo Jesús no estaba en la barca.

Cruzar en medio de las pruebas sin Jesús en la vida, sin Jesús en la familia, sin Jesús en la Iglesia es de lo más difícil que se pueda experimentar.

Pero entre las 3 y las 6 de la mañana el Señor se les acercó caminando sobre las aguas (v.25). ¡Pero ellos pensaron que era un fantasma!

¡Un fantasma! Los discípulos habían estado con Jesús en los milagros que habían ocurrido, las maravillas tremendas que Dios había hecho pero ahora en vez de reconocer a Jesús, piensan que es un fantasma.

A veces vemos fantasmas por todos lados y no nos damos cuenta que se trata del Señor acercándose a nuestra vida.

En medio de la tormenta Jesús se nos presenta y nos dice: "Yo soy, no tengan miedo". (v. 27).

Un valiente: Pedro

Pedro no quiso probar a Jesús sino probarse a sí mismo, así que se bajó de la barca y comenzó a caminar sobre las aguas en dirección a Jesús.

No existe ley natural que permita caminar sobre las aguas. Jesús lo hizo. Pedro también lo hizo.

Pero cuando Pedro dejó de mirar al autor y consumador de la fe, y comenzó a mirar el fuerte viento, miró las circunstancias y tuvo miedo, comenzó a hundirse. Entonces Pedro clamó "¡Jesús sálvame!"

Puso de nuevo su mirada en Jesús y le pidió clamando: "¡Señor, sálvame!" (v.30).

Cuando miramos los imposibles comenzamos a hundirnos. Hoy el Señor te dice: "Acá estoy, vamos a caminar sobre los imposibles..."

¡Tengan ánimo!

A la hermana de Lázaro, ella llorando por la muerte de su hermano, Jesús le dijo te he dicho que si creyeres verás la gloria de Dios.

Así que Jesús extendió su mano y levantó a Pedro y volvieron ambos caminando sobre las aguas hasta llegar a la barca. (v.31).

Al llegar a la barca, se calmó el viento, (v.32).

Todo lo que es imposible para el hombre, es posible para Dios.

Caminemos sobre los imposibles. Hoy el Señor te invita a hacerlo y te dice conmigo podés. ¡Vamos! En Cristo si es posible. El mundo te dice no, a tu alrededor todo parece que se te pone en contra (viento contrario) pero Cristo te dice SI. Algún enemigo te dice No, pero Cristo te dice SI. Si se puede, conmigo se puede, VAMOS A CAMINAR SOBRE LOS IMPOSIBLES.

GLORIA A DIOS. AMEN, AMEN Y AMEN

(De la Palabra predicada hoy en Congregación Cristiana por la Pastora Raquel Wegrzyn).


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