Corona de espinas o una reposera a orillas del Caribe

Hay personas que piensan que si siguen a Cristo les tiene que ir bien. Que no deberían tener problemas si han "abrazado" la fe. Existen quienes creen que Jesús es el chico de los mandados, dispuesto para satisfacer todos sus caprichos. Otros dicen "voy a "ir" a "la iglesia" para que Dios me dé una casa, me dé esto, me dé lo otro.


Cierto hombre que todos estos años fluctuó en el camino y aflojó porque vio que no es tan fácil obedecer a Dios, perdió su esposa y a sus hijos, la familia se destruyó y todavía duda porque dice "cuando empiezo a congregarme aumentan los problemas."

Otro dijo me cuesta mucho "ir al culto", queda muy lejos, - "¿Por qué no cambian el horario de las reuniones?" Y no falta quien afirmó: -"Si tuviera auto iría."

Jesús fue molido a palos, castigado injustamente, lacerada su piel por látigos que se la arrancaban, mientras proferían insultos contra él, lo escupían y vejaban. Por amor a nosotros sufrió lo indecible, rasgada su ropa, desnudo y expuesto vergonzosamente ante el populacho, le insertaron una corona de largas y agudas espinas en su cabeza golpeando sobre ella.

Pero esto solamente fue el preludio de lo que vendría después. Cuando no había DDHH para nadie, se lo obligó a cargar con parte del madero, cosa que lógicamente, en su agobio y padecimiento no pudo hacer.

Y luego ya en el lugar indicado clavaron con largos clavos sus manos y sus pies. (Todo esto lo podemos leer en el Evangelio de Lucas capítulo 23 y referencias a otros Evangelios).


La ceguera humana llega al punto de no valorar la muerte de Cristo. Cristo sufrió POR AMOR. (Isaías 53). Es realmente inmerecido para El que no respondamos a su amor, entregándole "nuestras" vidas y sirviéndole como discípulos hasta sufrir o tener que morir por su causa incluso, si fuera necesario. (Lucas 9.23-24).

Veamos cómo antes y ahora hubo y hay gente que aún oyendo a Dios, se determina obstinadamente a desobedecerle. (Más abajo, Jeremías).

Pero como cada ser humano trae en sí mismo el "semen religionis" (semilla de religión) que Dios puso en él para que adore a Dios, aquel que no adora a Dios, terminará sirviendo, adorando,
a algún dios o diosito, ídolo, gauchito o difunta que terminará arruinándole la vida, y si no se arrepiente a tiempo su destino final será la muerte eterna

Jeremías 44. 16-18:
"La palabra que nos has hablado en nombre de Jehová, no la oiremos de ti;sino que ciertamente pondremos por obra toda palabra que ha salido de nuestra boca, para ofrecer incienso a la reina del cielo, derramándole libaciones, como hemos hecho nosotros y nuestros padres, nuestros reyes y nuestros príncipes, en las ciudades de Judá y en las plazas de Jerusalén, y tuvimos abundancia de pan, y estuvimos alegres, y no vimos mal alguno.
Mas desde que dejamos de ofrecer incienso a la reina del cielo y de derramarle libaciones, nos falta todo, y a espada y de hambre somos consumidos."

¿Qué vas a hacer hoy? ¿Cuál es tu decisión hoy? ¿Seguir obstinadamente en el pecado o arrepentirte y obedecer lo que Dios manda?




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