Las tentaciones y cómo enfrentarlas

Palabra basada en Mateo 4.1-11

Somos tentados. Jesús fue tentado pero no pecó. Dios tiene propósitos para nosotros aún a través de las tentaciones. Jesús "fue llevado por el Espíritu al desierto", él estaba en la voluntad del Padre, nada hacía por su cuenta. Andando en la voluntad del Padre, fue tentado por Satanás en el desierto.

"Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman." (Santiago 1.12).

1) v.3. Satanás ya sabe que eres hijo de Dios. En esta tentación el diablo cuestiona tu situación por la cual estás pasando. -"ya que eres hijo de Dios, cómo puede ser que no tengas qué comer..."
- "Ya que eres hijo de Dios, cómo puede ser que te robaron..."
- "Eres hijo de Dios, ¿y te chocaron?"
- "Sos un hijo de Dios y estás enfermo..."

La respuesta de Jesús en el verso 4 (Deut. 8.3).
Es que frente a este tipo de tentaciones necesitas nutrirte de la Palabra de Dios. Necesitas la rhema, una Palabra específica de Dios para tu vida.
Tienes que usar esta espada de doble filo que Dios te ha dado: su Palabra. "Escrito está."

2) v.5-6. El diablo no se conforma con intentar una vez hacerte caer, tratará una y otra vez de sacarte de la voluntad de Dios. Insistirá.
Hay algo común entre los cristianos que están rebeldes en este tipo de tentación. Rebeldes a Dios, rebeldes al pastor, rebeldes a la Palabra de Dios.
"No me congrego total Dios ya me dio la salvación."
"No necesito orar, si Dios sabe lo que necesito antes uqe se lo diga."

Es cuando el cristiano deja de orar, abandona la Palabra, no se congrega y es capaz de tirarse abajo de un tren, total; "Dios puede enviar sus ángeles a salvarme, total ya soy salvo."

La respuesta de Jesús. verso 7 (Deut. 6.16)

No tientes a Dios ni desobedezcas su Palabra, no resistas al Espíritu Santo ni desheches su consejo.

Dios es amor, pero también es fuego consumidor. Nadie piense que con Dios se puede jugar.

3) v.8-9. El diablo desde el principio desea ser adorado por eso fue echado del cielo. No necesitas ir a un culto satánico para adorar a Satanás. El diablo te mostrará todos los atractivos del mundo, porque el mundo le pertenece, "el mundo entero está bajo el maligno", (1a Jn. 5.19).
Toda la vanidad presente de este siglo malo; lo que entra por los ojos. Una industria de imágenes para venderte lo que no necesitas, para atraparte, seducirte y esclavizarte.

El diablo a través de sus estrategias tratará de engañar "aún a los escogidos su fuera posible" (Mt.24.24).
"Las costumbres de los pueblos son vanas," dijo el profeta (Jer.10.3) "vanidad de vanidades, todo es vanidad", le respondió el predicador. (Ecl. 1.2.12.8).
El profeta Hageo escribió: "Pues así ha dicho Jehová de los ejércitos; meditad bien sobre vuestros caminos: sembráis mucho, y recogéis poco; coméis, y no os saciáis; bebéis, y no quedáis satisfechos; os vestís, y no os calentáis; y el que trabaja a jornal recibe su jornal en saco roto."(Hageo 1.6)

La codicia: querer tener más y más. El deseo que nunca se sacia, no es colmado, no tiene techo. El corazón está vacío y quiere llenarse de cosas que al final no lo satisfacen.

1º Juan 2.15-17

La respuesta de Jesús: v.10 (Deut.6.13).

Todo aquello que suplante el amor, la devoción, el servicio a Dios, se constituye en un ídolo. El diablo recibe adoración a través de los ídolos. Para algunos su ídolo son las riquezas, otros idolatran a su madre, algún hijo, hay para quienes la familia es un ídolo. Existen quienes tienen como ídolo al empleo.
Pero Dios demanda completa entrega y devoción: Dios es digno de adoración, sólo él es digno de ser adorado. Cuando seas tentado:

¡Resiste al diablo y el diablo se irá!

Dedícate por completo a servir al Señor. Que la adoración a El sea tu prioridad. Que el estar en comunión con El sea tu máximo anhelo cada día. Todo aquel que es de Cristo es más que vencedor en Cristo, en todas las cosas, por lo que Cristo hizo en la cruz. Jesús en la cruz venció a Satanás, venció a todo el infierno, venció al pecado y venció a la muerte.

Sé un  hombre de oración. Sé una mujer de oración. La oración debe ser prioritaria en tu vida, en la vida de la Iglesia.

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