El fútbol y la ley de matrimonios del mismo sexo
Por Dante Gebel Los argentinos siempre nos creemos los ganadores morales de todos los campeonatos. Si salimos subcampeones, nos robaron la final. Si volvemos suspendidos del mundial por un análisis positivo a nuestro jugador estrella, seguramente nos la tenían jurada y la mafia del fútbol no permitió que nos llevemos la copa. Si nos gana Alemania en buena ley, ya sea porque son mejores jugando (o porque en definitiva el fútbol no es más ni menos que un deporte donde a veces se gana y a veces se pierde), merecíamos ganar pero el pulpo alemán nos vaticinó en contra. Digo esto a propósito de la aprobación de la ley de matrimonio igualitario en la Argentina, donde a partir de ahora los homosexuales pueden casarse y tener el derecho de adoptar. Sobre esto, pienso lo que obviamente debemos pensar los hombres de Dios: es una clara aberración, un retroceso (aunque los periodistas que la van de “progres” tienen el doble discurso hipócrita de llamarlo “avance de un país democrático” pero la may...