Nuevas personas, nueva creación, no más cosas viejas
2a Corintios 5: 14-6:1-2 El amor de Dios nos constriñe, nos apreta, nos apretuja, nos obliga a amarle, de alguna manera, no deja lugar para otras alternativas excepto dedicarnos por entero a El. Cristo murió por todos, todos hemos muerto en El y también hemos resucitado en El y esto ha sido hecho para que al vivir no vivamos para nosotros sino para El. Si alguno está en Cristo, es una nueva persona, una nueva criatura, una nueva creación donde lo viejo ya pasó, no está más, y todo (¡TODO!) ha sido hecho de nuevo. No se debe creer a las mentiras del diablo, ni a los conceptos del mundo, ni a las opiniones de aquellos que te conocieron en el pasado y se quedaron con una imagen fija de tu vida, algún acontecimiento, algunas palabras que callaste o que dijiste, te etiquetaron, te catalogaron y no te sacaron más de ahí. No. El que está en Cristo es una nueva persona. Se trata de creerle a Dios y de vivir conforme al poder que se desata en su Palabra para nuestras vidas. Nuevas personas, nue...